Los dominios son parte de una jerarquía de nombres. Sintácticamente, un nombre de dominio consiste en una secuencia de nombres (etiquetas) separadas por puntos.
El propósito de los dominios es permitir a los usuarios conectados a Internet encontrar sitios Web y enviar E-mail a direcciones con nombres simples, sin tener que memorizar las direcciones numéricas que en realidad son las que localizan las computadoras o servidores en Internet.